Cada año escuchamos siempre la misma historia: año nuevo, propósitos nuevos. Una vez que termina la Navidad parece que es obligatorio establecer nuevos sueños, propósitos o cosas a alcanzar, que cada año recordamos a primeros de enero y que según pasan las semanas y los meses olvidamos rápidamente.
El tema es que, al coger la inercia de la rutina en el nuevo año, decidimos (sin querer, o queriendo) olvidar los mencionados propósitos. Un año más pasa sin que consigamos aquello que tanto ansiamos: una nueva dieta más saludable, llevar los estudios al día, no dejar nada atrasado en el trabajo, tener la relación que siempre hemos querido tener, etc.
El primer paso que habría que dar es realizar una revisión global de todo lo que hemos vivido en el año que acaba de terminar.
Existe en Coaching un ejercicio muy útil que se suele emplear al empezar un proceso y que ayuda muchísimo a las personas que lo realizan a tener una visión bastante clara de aquellos campos o facetas más importantes de lo que quieren trabajar. Se llama la Rueda de la Vida. Se trata de una rueda dividida en 8 o 6 partes (en función de aquellos aspectos que la persona elige) y que suelen ser: salud, trabajo, ocio, amigos, amor/relaciones, finanzas, familia, desarrollo personal.
Os adjunto la plantilla con las instrucciones para que la hagáis vosotros y veáis lo que os sale.
Cuando la hayáis terminado, echad un vistazo general. Escribid qué tres grandes aprendizajes habéis aprendido, en el campo que escojáis. Ahí es donde podéis empezar a plantear los nuevos propósitos. Si queréis, claro.
Si me permitís, quisiera compartiros algunos de mis grandes aprendizajes del pasado 2018:
- El Amor mueve montañas. Tengo mucha más gente que me quiere de la que pensé en muchos momentos que viví el año pasado.
- La persistencia gana a la resistencia. Quien persevera, acabará logrando más cosas de las que quiere. Es algo que he aplicado en mi trabajo, por ejemplo.
- “Todo llega”. Es una de las grandes frases que aprendí de mi madre, junto con la de “El tiempo pone a cada uno en su lugar” Es algo que le pasó a alguien muy querido por mí y os aseguro que se cumple.
¿Para qué quieres aquello que quieres? Una de las preguntas que más utilizamos los coaches cuando trabajamos con nuestros clientes es “para qué”. Preguntar “por qué” busca una posible causa o causante, un culpable de lo que ocurre (que suele ser un factor externo según la respuesta dada). Preguntar “para qué” pretende buscar finalidad, es decir, predispone a la acción en la búsqueda de una posible solución al problema planteado.
El segundo paso es plantear nuevos objetivos, metas, sueños o propósitos para el recién estrenado 2019.
Antes de ello, quisiera mostrarte algunos de los motivos por los que la gente abandona perseguir dichos objetivos a lo largo del año:
- Propósitos muy grandes y poco realistas. Cuando comienza el nuevo año te muestras muy motivado, pero esa motivación cae en picado según avanza el tiempo.
- Muchas metas al mismo tiempo. Recordad: “menos es más”.
- Sueño poco concreto y poco específico. Cuanto más clara sea la meta, antes podemos ponernos en marcha para obtener el resultado deseado.
- Tener claras las razones, los motivos de cada propósito.
Y no lograr aquello que te has propuesto al comienzo del año, al retrasar iniciar tus objetivos, tener miedo a realizar cambios y salir de tu zona de confort, afecta a tu propia autoestima al temer fracasar (una vez más), aumenta tu nivel de cortisol en sangre por exceso de estrés y se incrementan las emociones más desagradables.
Para plantear tus metas del 2019 puedes inspirarte en el resultado de tu rueda de la vida que te he adjuntado en la parte superior de este artículo. O puedes elegir lo que más necesites en este instante, o un deseo que lleves tiempo queriendo lograr y ves que no llega (tiene que ser algo realista, ¿vale? No vale ganar la lotería y cosas así)
Una vez que tengas claras tus metas, hay que tomar acción. Empieza por un solo propósito, anótalo por escrito en un cuaderno, escribe tres acciones pequeñas que te acerquen a tu idea, cuanto más simples, concretas y asequibles sean estas pequeñas acciones, mejor. Traza un plan de acción. Tu plan de acción, que te sea útil para ti.
Algunas preguntas que te pueden servir a la hora de plantear tu plan de acción podrían ser:
- ¿Qué día y a qué hora exactamente vas a realizar la primera acción?
- ¿En qué lugar la vas a desarrollar? ¿Quién estará a tu lado?
- Detalla paso a paso tu plan de acción a seguir.
Os comparto varios enlaces donde podéis encontrar diversas aplicaciones que os servirán a la hora de establecer y cumplir vuestras propias metas. Espero os sean realmente útiles y que me contéis qué tal os va:
- http://www.consumer.es/web/es/tecnologia/internet/2018/01/16/225754.php
- https://blog.interdominios.com/10-apps-moviles-de-motivacion-y-autoayuda-para-el-2018/
- https://hipertextual.com/2017/01/apps-moviles-aprender-habitos-lograr-tus-objetivos
- https://habitualmente.com/productos/ – cadena
Y hasta aquí este artículo que espero os sirva para dar un nuevo enfoque a aquellas metas que os gustaría alcanzar antes de que llegue diciembre. ¡Que el tiempo vuela!
Nos vemos pronto…
Estupendo muy útil gracias.