Todo se desmorona. La gente muere. Encierro. Aislamiento. La Bolsa cae. Empresas cierran. Se despide gente. No se pueden enterrar a los muertos por la cuarentena. Histeria. Ansiedad. Miedo.
¡Pues menudo panorama tenemos todos! Pandemia mundial. Claro, andamos en un mundo globalizado, pues los virus no van a ser menos, ¿no? Yo no dejo de ver conexiones a todo esto que está pasando. Y el tema es que llevamos muchos años sabiéndolo. Aunque tampoco conocíamos cómo iba a venir la “bofetada de la Gran Madre”, como la llamo yo.
Si a mí todo esto que está ocurriendo me llega a pillar hace 10 años o antes, no sé qué me da (como diría Alaska en su canción) Como persona PAS (persona altamente sensible) me habría recluido a llorar durante días, semanas, o más. Sintiendo el dolor de todas las personas estuviesen sintiendo a mi alrededor y en todo el mundo. Querría morirme por no poder soportar tanto dolor, por no saber cómo sostenerlo, cómo gestionarlo, cómo regularlo. Y eso me llevaría a la deriva, a querer desaparecer.
Eso ya pasó. ¡Por fin!
Después de pasarme una década rompiéndome a todos los niveles, en todas las facetas que un ser humano puede desarrollar, bajando a mis propios infiernos, volviendo a subir. Cayendo más hondo. En fin. Que puedo decir muy alto lo orgullosa que me siento de mí, lo feliz que me siento en general (matizo que no todos los días me siento feliz, porque soy humana y necesito expresar aquellas emociones que necesito según el momento, validando todas, hasta las que menos me gustan), lo consciente que vivo cada día.
Estamos viviendo una situación nueva. Yo nunca había vivido una experiencia como ésta, la decretada por el Gobierno de España con el Estado de Alarma (bueno, a ver, que en el 2010 vivimos unas horas el Estado de Alarma por la huelga de controladores aéreos, pero ni de broma llegó a estos niveles en los que estamos ahora) Y desde luego que es digna de analizar. A ver cómo me queda. Espero poder expresarlo tal y como yo pienso.
Antes de nada, quisiera dar las GRACIAS a todas las personas que están haciendo posible sobrellevar esta situación: médicos, enfermeras, todo el personal sanitario, tanatorios, los dependientes de supermercados y tiendas de alimentación, residencias de ancianos, gasolineras, barrenderos, el personal de recogida de residuos, todos los que se dedican al transporte público. A todos y cada uno. ¡GRACIAS!
Quiero acompañar en el sentimiento a todas las familias que han sufrido la pérdida de un ser querido. De corazón, mi más sincero pésame.
Ahora bien. Me gustaría ofreceros mi visión, todo lo positivo y optimista posible que yo misma estoy viendo y viviendo en mí y en mi familia, mis niños, mi casa. Porque no todo es “malo”. Quiero seguir compartiendo un mensaje de esperanza y que, como podáis, veáis la realidad con un color más alegre y bonito.
Aquí os dejo el enlace de una canción que se está escuchando estos días. Va por todos
Mis hijos son caseros. Entiendo que esto les da cierta ventaja a la hora de quedarse “encerrados” en casa durante X días (porque eso de 15 días, me parece a mí que se va a alargar algo más) No recuerdo que me hayan dicho “mamá, me aburro” muchas veces, la verdad. De hecho, son niños que se suelen entretener ellos solos. No tienen videojuegos. Les regalaron los abuelos una tablet que comparten los dos y que ahora están dando más uso (os prometo que antes del Coronavirus, pasaban las semanas y ni se acordaban de ella)
Desde que comenzó la reclusión el miércoles pasado, aún no hemos jugado a ningún juego de mesa. Y eso que tenemos varios. ¿Qué es lo que hacen? Pues leen, escuchan música (les encanta), hacen coreografías que se les ocurren, o aprenden nuevas. También discuten, ojo. Que son hermanos y todos los que tenemos hermanos sabemos lo que son las peleas entre hermano. Pero fíjate que hasta ahí le veo yo el lado positivo. Cuando pelean, como se persiguen por la casa, ahí ya tienen su rato de ejercicio físico… ¡Jajajajajaja! Bueno, a ver. Con supervisión por nuestra parte, claro. Sin que la cosa vaya a más. Entre eso y bailar, algo se mueven, al menos. También juegan a hacer teatros con sus muñecos, juguetes y demás. Se inventan una historia, se reparten roles y ¡a jugar!
Circulan por redes sociales y sobre todo por wasap muchísimos recursos e ideas para pasar el rato, para entretenerse. Y digo yo, que este virus, quizá lo que ofrece es la posibilidad de vaciarnos de todas esas cosas, para conectar entre nosotros. Conectar de verdad. Entre las familias. Y con nosotros mismos, con cada uno. Porque ya está bien de llenar todo. Llenar nuestras cabezas, llenar nuestros estómagos, nuestras vidas, de cosas que no necesitamos.
Vivimos con todo a nuestro alcance y más vacíos y desconectados que nunca. Que conste que estoy a favor de usar la tecnología que tenemos de manera consciente, responsable y que nos sirva para vivir mejor, no como sustituto. Cuando vemos que la tecnología es otro factor de discusión en casa, más vale que revisemos qué está pasando ahí y cambiemos la forma de utilizarla.
Otro punto positivo al encierro por Coronavirus. Pues no sé vosotros, pero a mí me está sirviendo para hacer limpieza más en profundidad en mi casa. Había rincones que llevaba tiempo sin mirar. Lo reconozco. Una prioriza. A veces toca limpieza básica, otras general. Pero siempre hay alguna cosa que repasar. ¿A que sí? Que si el felpudo de la entrada, que si los interruptores de la luz, que si las lámparas y altillos… Bueno, pues otra idea más.
Quizá te sirva también este parón, este “tener tiempo” que llevábamos tiempo (valga la redundancia) pidiendo, para revisar y recolocar armarios, vestidores, la cocina, etc. ¿No os llama la atención que tras años pidiendo tiempo para hacer determinadas cosas, para poder conciliar con la familia, ahora vengamos a quejarnos de eso precisamente? Curioso. Ahora tenemos la ocasión de tener la casa como los chorros del oro. Y no hay nada que te lo impida.
Muchos padres y madres se quejan de que no saben qué más hacer con sus hijos para entretenerlos. ¿Dónde está escrito que los padres y madres tengamos que entretener a nuestros hijos? Son ellos los que deben entretenerse solos. Compartir tiempo en familia es fundamental, a la vez que necesario para todos. Pero cada uno de nosotros necesitamos también tener tiempo para nosotros. Veo muchos casos de padres y madres que llenan las agendas de sus hijos con muchísimas actividades cada día, incluso el fin de semana. Hombre, a ver, si es algo que a los padres y madres les gusta hacer, genial. Pero para dar autonomía a los hijos, hay que dejarles que se aburran, que discurran qué hacer con su tiempo libre, que sean creativos.
Porque tengo la sensación de que como toda esta situación se prolongue en el tiempo, esos trabajos a los que se van a dedicar nuestros hijos y que llevo años escuchando y leyendo que aún no existen, alguien tendrá que crearlos, ¿no? Y si no fomentamos que nuestros hijos creen, empezando por sus propios juegos, pues no sé cómo puede acabar su futuro profesional. La creatividad se puede trabajar, cuanto más se desarrolle, más capacidad de crear cosas nuevas tendrán los chavales. Y eso les beneficiará también para ser más resolutivos ante otras dificultades que se les presente en sus vidas.
¿Alguno de vosotros se ha planteado para qué ha tenido hijos? Porque ahora no les aguantan en casa. Es cierto que los niños tienen un nivel de energía más alto que el de los adultos y tenerlos metidos en casa puede ocasionar más de un problema, conflicto o disputa. Ahí es cuando nosotros, los adultos, les damos ejemplo. Ellos están viendo cómo gestionamos las dificultades. Cómo nos gestionamos a nosotros mismos, nuestras emociones, nuestras dificultades.
Esta situación actual y global de la Pandemia del Coronavirus, con el Estado de Alarma en España, es algo nuevo para todos. Quizá alguna persona mayor que ronde los 80 años haya vivido algo similar tras la terrible Guerra Civil española. Pero ahora es algo nuevo. No es una guerra. Es un virus.
¿Sabéis otro aspecto positivo que veo yo en todo esto? Que nos está uniendo. La frase con la que firmo mis emails es “La unión hace la fuerza”. Creo firmemente en esa frase. Creo en la unidad de todos y que a partir de esa unión podemos conseguir todo lo que nos propongamos. He visto antes en las noticias que muchos chinos en Madrid están donando mascarillas, guantes y más material a los hospitales. Os comparto algunos titulares:
Es ahora cuando más unidos tenemos que estar. Los virus no distinguen entre ideologías, colores, tamaños, o países. Ojalá lleguemos a superar estas diferencias. Porque Todos somos necesarios. Todos somos Uno. Todos somos iguales, con nuestras diferencias, sí. Pero la sangre roja es, para todos.
Os invito a que visitéis mis perfiles en redes, donde voy contándoos más cosas relacionadas con esta situación, comparto más recursos, ideas, opiniones, entrevistas y más noticias sobre un gran evento online al que estáis todos invitados:
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Nos vemos muy pronto. Hasta entonces, ¡un fuerte abrazo y permaneced unidos!
Muy bien, totalmente de acuerdo, asustarnos y llorar no solucionará el problema y el mundo ya no va a volver a ser el que era hace apenas 2 meses, podemos aceptarlo y adaptarnos o negarnos a ver la realidad.