La importancia de decir NO a tiempo

Quiero contaros mi experiencia de vida que recorre el no saber decir NO nunca, no saber decir NO cuando tocaba, hasta decir NO siempre como primera palabra nada más abrir la boca. Sí señores y señoras.

Tanto por exceso como por defecto, la palabra NO tiene mucha importancia, sobre todo a la hora de educar a los hijos marcando los límites necesarios, y en la infancia y adolescencia saber decir No de manera sana y respetuosa, claro, sirve para ir definiendo nuestros propios límites y para definirnos como personas.

Veréis. Cuando yo era pequeña era incapaz de decir “no”.  Yo quería contentar a todo el mundo, que todos fuesen felices y me daba igual lo que otros decidiesen a la hora de hacer planes, la verdad. Yo lo que quería era ser feliz viendo felices a los demás.

Ahora me doy cuenta del error tan grave de dejar que fuesen otros quienes tomasen decisiones por mí, porque “me daba igual” Porque en el fondo no era así, pero yo no era consciente.

He permitido que fuesen los demás quienes cogiesen las riendas de mi vida, empezando por permitirles tomar decisiones que me afectaban directamente. Y eso me llevó a no conocerme a mí misma.

Yo me dejaba llevar por la vida misma, total, todo lo que tenía que hacer era seguir los pasos de mi hermana, que fue algo que me ocurrió los primeros 17 primeros años de vida. Yo heredaba su uniforme, sus libros, su ropa, sus profesoras, sus clases…

Hasta que llegó el momento de entrar en la universidad: ella eligió estudiar Derecho y yo ahí tenía claro que ni en broma. Fue la primera vez que yo recuerde decir NO.

Cuando tuve mi primer trabajo fuera de casa, me costó mucho dejarlo. Tanto, que tuve una gran depresión. No sé qué habría sido de mí si no les hubiera dicho que lo dejaba, que no seguía. Realmente aprendemos en la vida de aquellas experiencias que más palos dan.

Cuando hablo de la importancia de decir NO a tiempo, me refiero a la hora de elegir los amigos adecuados (los que te cuidan igual que tú a ellos y quieren lo mejor para ti), cuando te  hacen propuestas que no quieres hacer, cuando te piden que hagas algo que no quieres hacer,  cuando ya eres mayor, vives tu vida y aún así, hay personas que se meten en tu manera de hacer las cosas (aunque sean seres queridos que quieren lo mejor para ti) …

Porque las consecuencias de no saber/poder decir NO a tiempo pueden ser bastante nefastas. Porque esas consecuencias se pueden arrastrar y agrandar durante años minando tu autoestima y tu energía. Incluso te pueden generar problemas de salud (dolores de estómago, migrañas, contracturas…) Y no estoy exagerando. Hablo por propia experiencia.

Existen varias cosas que podemos hacer para ir aprendiendo a marcar nuestros límites de manera sana, respetuosa y afectiva hacia los demás. Aprender a decir No, sabiendo de antemano nosotros mismos cuál es nuestro límite y si se ha sobrepasado de alguna manera.

  • Puedes empezar por darte un momento, un espacio para pensar tres preguntas: ¿Qué estoy sintiendo ahora mismo? ¿Qué necesito? ¿Qué voy a hacer con ello? Y repetir estas preguntas varias veces al día, para ir tomando consciencia de qué es lo que sí quería decidir en cada momento.

  • Otra cosa que es muy importante y útil es saber hablar asertivamente. ¿Qué es la asertividad? Mi definición es: la capacidad que tenemos todos de decir lo que pensamos, necesitamos o sentimos en un momento determinado, de una manera respetuosa hacia los demás y hacia uno mismo, sin utilizar agresividad y sin ser pasivo o sumiso, sobre todo cuando no opinamos lo mismo que ellos.

 

  • Aquí os dejo una entrada donde os lo explican de una manera muy clara, con ejemplos y con varias claves para poner en práctica. Recordad: Siempre con Respeto hacia los demás y hacia uno mismo, sin agresividad ni pasividad, como suele ser.

 

  • Relacionarse con las personas de nuestra sociedad, nuestro barrio. Porque hay personas que les cuesta un mundo abrirse y entablar conversación con otros, por vergüenza, miedo, por tener un estado de ánimo bajo, etc. Cuantas más experiencias vitales tengamos, más oportunidades de hablar y relacionarnos con los demás,  adquiriremos más práctica y mejoraremos nuestra capacidad de desarrollar nuestra asertividad.

 

  • Conocer mejor cómo nos encontramos en cada momento, para tener toda la consciencia y fuerza posible para responder de la manera más adecuada y proporcionada a la situación que se haya producido. Para ello es básica la Gestión Emocional, tener no sólo nociones de lo que es, sino profundizar todo lo que podamos para tener un mayor autoconocimiento de nuestro estado emocional.

Conozco a varias personas que lo primero que dicen en cuanto les preguntas algo o les comentas cualquier tema es NO. Sí sí, hay personas que son Don/Doña NO. Con todos mis respeto, por supuesto. Yo creo que debe ser algún bloqueo que les viene de pequeños o algo, porque si no … Jejejeje!!! Y tengo a una muy cerquita. Quizá se deba a miedos que tienen, a inseguridades. Sí, debe ser algo así.

En estos casos, lo primero para no desesperarse es aceptar cómo son, no agobiarse, hablar despacio, no imponer criterios porque sí, buscar aspectos positivos que tenga la persona en cuestión, porque seguramente cuando te dicen NO es para protegerte (aunque el peligro no sea real) Paciencia. ¡¡Mucha paciencia!!

 

 

2 comentarios en “La importancia de decir NO a tiempo”

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